Ermita de Santa Ana, del siglo XVII, de estilo Neoclásico. Aparece situada en el extremo septentrional del núcleo de población como fondo de una de las salidas que presenta una hermosa perspectiva. La planta es centralizada, de cruz griega, prolongada en la nave principal por un segundo tramo, a modo de pórtico, que se cubre por bóveda de medio cañón con lunetos y el crucero una cúpula hemiesférica sobre pechinas.
En las esquinas del cuadrado se disponen a los pies dos capillas laterales con bóveda sobre pechinas y en la cabecera sendas sacristías. Esta estructura queda claramente expresada al exterior, construido con muros de ladrillo con cornisa aplantillada de sencilla molduración.